lunes, 4 de marzo de 2013

Corrupción y paradojas

Según el FMI, el gasto total del gobierno general es casi el doble en Brasil que en el Perú: 37.3% del PBI versus 19.1% del PBI (http://www.imf.org/external/pubs/ft/weo/2012/02/weodata/index.aspx). Brasil sigue sustituyendo importaciones por lo que nos es difícil integrarnos a nuestro gigante vecino, ya que nosotros hemos utilizado los Tratados de Libre Comercio como nuestros principales vehículos de integración económica al mundo. Brasil tiene política industrial y no en el sentido moderno, eficiente, de la palabra. Nuestro país no, casi no al menos -el gas subsidiado es un elemento de política industrial a la antigua, por ejemplo-. Estos ingredientes son la receta perfecta para que la búsqueda de rentas, el mercantilismo, sean aún mayores en Brasil que en nuestro país.

De acuerdo con el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, Brasil está en el puesto 69 con un puntaje de 43, mientras que nuestro país está en el puesto 83 con 38 puntos (http://cpi.transparency.org/cpi2012/results/). Dinamarca, con 90 puntos, lidera la clasificación de 176 países.

Más específicamente, en el componente "pagos irregulares y coimas" del denominado pilar institucional del Índice de Competitividad que elabora el Foro Económico Mundial (http://www.weforum.org/issues/competitiveness-0/gci2012-data-platform/), Brasil está en el puesto 65 con un puntaje de 4 en un rango de 1 a 7. Nuestro país está siete puestos más abajo con un puntaje de 3.87. Hay 144 países en esta clasificación que lidera Nueva Zelanda con 6.68 puntos.

Primera paradoja: nuestro país es percibido como más corrupto que Brasil.

Los artículos más reciente de la siguiente búsqueda en Google (site:economist.com brazil construction companies corruption) mencionan a la constructora Delta (http://www.economist.com/node/21554217) asociada al escándalo del mensalão (http://www.economist.com/news/americas/21568722-historic-trial-those-guilty-legislative-votes-cash-scheme-draws-close). Parece que los trolls que fungen de periodistas de investigación en Twitter o Facebook no pudieron atar pie con esta bola. Les sugiero que añadan el nombre de su empresa constructora brasileña al final de la búsqueda (site:economist.com brazil construction companies corruption empresinhafavoritinha) para hacer más verosímil sus tuits o comentarios desinformadores o de guerra sucia.

En campaña municipal, Fuerza Social acusó a la gestión pasada de corrupción por las negociaciones de, entonces, Línea Amarilla con OAS y Línea Azul con Norberto Odebrecht. El contrato de Línea Amarilla fue cuestionado. Como ocurre con frecuencia en nuestro país, el Ministerio Público y la Policía Nacional del Perú actúan cuando se produce un escándalo mediático o, al menos, se denuncia corrupción en público. Funcionarios de la Municipalidad de Lima y asesores legales que participaron en la negociación del contrato, algunos de los cuales están entre los mejores abogados que trabajan en concesiones en nuestro país, tuvieron que ir a declarar a la Policía. A algunos hacerlo los perturba profundamente: son personas derechas y consideran un maltrato por qué y cómo se les convoca o interroga, por ejemplo.

Es sabido que la anterior gestión municipal cobró por las iniciativas privadas que discutió con empresas privadas. También se conoce al cajero, hoy asesor presidencial. También al estudio de abogados al que se exigía que se le diera negocio, así ya se estuviera trabajando con otros estudios en los que trabaja gente más experimentada, capaz y ciertamente honesta.

Segunda paradoja: abogados competentes y limpios desfilaron por la Policía y fueron señalados por dedos acusadores, mientras que los que no, la sigan pasando bien.

Tercera paradoja: Fuerza Social está recibiendo un poco de su propia medicina al no precisar que la corrupción se originó en la propia Municipalidad, durante la gestión pasada.

¿No es fascinante la "política" en nuestra "democracia" sin partidos ni otras instituciones?

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