viernes, 22 de febrero de 2013

Inversión privada en Lima

Inversión privada en Lima
O de cómo aún no se enteran que mataron un programa de APPs muy superior

El interés de inversionistas en proyectos que dependen de la Municipalidad de Lima no tiene precedentes. Se sigue avanzando, dándole continuidad a una importante política pública que se inició con Alberto Andrade. Trabajando en Santander Investment participé en un road show para promover la inversión en una vía rápida sobre la Av. Javier Prado desde Ate hasta el Callao, a la que se accedería pagando peaje. También se haría una vía para buses. Si bien habían reparos tecnológicos a buses a GNV entonces, se esperaba usarlo en algún momento. Si no me equivoco, la inversión ascendía a US$ 460 millones y estaba totalmente financiada por los ingresos de la operación. Graña y Montero y nada menos que la francesa Vinci iban a ser los operadores. Fujimori bloqueó el proyecto para parar a un eventual competidor por la re-reelección. La gestión pasada decidió no retomarla: entiendo que la frase célebre fue "del transporte público me encargó yo". Encargarse debe ser sinónimo de mantener el status quo de las empresas cascarón, la guerra del centavo, el desperdicio de cantidades masivas de tiempo y el caos. Eso fue hace dieciséis años. Hace poco se anunció un comité para rescatar este proyecto, liderado por Luis Guiulfo e integrado por Rosario Payet y Andrés Muñoz. Estoy seguro que ayudarán y no solo en este corredor. El equipo de promoción de inversión privada necesita de experiencia y llegada.

En la gestión pasada se otorgó la Línea Amarilla a OAS, que propuso la iniciativa privada (IP). No tuvo que competir con otro operador. Al firmar el contrato de alrededor de US$ 500 millones, se cofinanció el mismo con el 65% de los peajes que EMAPE recaudaba en ese momento fuera del área de la iniciativa. Si bien es muy positivo que se esté construyendo un túnel bajo el Rímac que descongestionará la Vía de Evitamiento, especialmente del tránsito pesado, ocurrió algo más. Los supuestos súper gestores y súper especialistas en políticas públicas de la gestión pasada parece que aún no se enteran. Mataron la posibilidad de un programa de Alianzas Público Privadas (APPs) más ambicioso, integral, en función de los planes de Lima y mucho más competitivo. Me explico. Lima no tiene cómo financiar las inversiones que requiere con un presupuesto de alrededor de S/. 1.4 mil millones, menos de S/. 360 millones de los cuales son destinados a inversión. La inversión total en las IP en curso o ya presentadas a Lima asciende a S/. 8-9 mil millones. Tardaría no menos de cuarenta años hacerla y no se haría nada más, ni una escalera amarilla, verde o de ningún color. Regresando a la gestión pasada, debió titulizar los peajes futuros y ponerlos en un fideicomiso, pero para cofinanciar un programa de APPs integral. El programa debió diseñarse en función de las prioridades de la Muni, no iniciativas de privados. Un comité como el de Javier Prado hubiera podido interactuar con los mejores asesores financieros y abogados. Debió atraerse varios competidores. No es realista esperar que la burocracia de Lima haga más por la ciudad que competidores de talla mundial.

Ya en el colmo del cuajo los mayores chaveteros de la politiquería peruana salieron a criticar el uso de los peajes para Nuevas Vías de Lima (Ancón-Pucusana y Ramiro Prialé hasta el Puente Los Ángeles). El peaje lo cobrarán los brasileños fue el grito de guerra sucia. Mentira: EMAPE lo seguirá haciendo. Además, el dinero ya se va a un fideicomiso para financiar a otros brasileños. En la IP que mató el programa de APPs. La decisión consciente y la inconsciente de los inconscientes socios en esta aventura política y el juego del miente, miente que algo queda.

Un buen indicador de qué iba a servirle a Lima y a esta gestión es cuánto lo criticaron en campaña. Lo hicieron y luego aprobamos dos IPs en el Concejo. Vienen más que comentaré al final. Nuevas Vías de Lima con Oderbrecht por casi US$ 700 millones y, finalmente y como recordándonos que nuestra precariedad institucional y el descalabro económica retrasaron esta obra por más de cuatro décadas, la salida del Zanjón -nombre que le pusieron los de uno de los partidos revocadores, del que comenté en el párrafo previo- a la Panamericana por menos de US$ 200 millones con Graña y Montero (GyM). Las dos IPs se le adjudicaron a los proponentes. No hubo ni un competidor.

Están pendientes la IP de GyM del túnel que uniría La Molina y la Av. Primavera, una de gestión de tránsito con semáforos verdaderamente inteligentes, vinculados a satélites, así como la de recaudo de Interbank y Graña y Montero Digital que integraría el recaudo de todo el transporte masivo de Lima. Los proponentes esperan que 9.6 millones de limeños tengan tarjetas de débito/para pagar el transporte, con los que se bancarizaría a millones de personas. Financiar carritos sangucheros, por ejemplo, sería un beneficio indirecto de esta IP.

Acompañé a la alcaldesa, Miguel Prialé y Diego Ferré a Nueva York en noviembre del 2011. La  conclusión generalizada fue que se requería de al menos estudios de demanda para que viniera competencia. No se contrataron. No se supo promover competencia. Hablé con un fondo de inversión que evaluaba consorciarse con un operador español y otra constructora peruana para competir con Oderbrecht. No llegaron. Acabo de hablar con una empresa de recaudo y manejo de flota. Ojalá puedan competir. Delegaciones de empresas italianas y francesas, empresas españolas y peruanas quieren competir. Se necesita otro tipo de funcionarios para conseguirlo. Tampoco se enteran que en las idas y venidas con el proponente van limitando la competencia. Ojalá el comité intervenga.

Los banqueros de inversión no se mueven por una comisión de asesoría a Lima para negociar con el proponente de una IP. Sí por una comisión de estructuración en la que asesoren a Lima para un programa de APPs. Idealmente una cómo el que ya fue. También por una APP. ¿Ya habremos aprendido la lección o seguiremos pensando que funcionarios de Lima -o Prodiversión y los sectores- pueden solos? Ojalá el comité también ayude en esto.

2 comentarios:

  1. Es penosa la incompetencia de nuestra burocracia. Cero creatividad para idear mecanismos de financiamiento, perdidos como ellos solos para interactuar con grandes empresas que podrían interesarse en PPPs en el Perú, veo todo el tiempo la incompetencia de PROMPERU y PROINVERSION para efectuar un trabajo que necesita altas cualidades y conocimiento del mundo financiero. No sé si pecan de NAIF o sólo les basta con el rebote que logran en la prensa local de sus ridículos eventos en el exterior.

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  2. No tienen experiencia. Temen que los enjuicien y, por eso en parte, no saben zafarse de la maraña burocrática.

    En algunos casos no quieren inversión privada en realidad. Quieren licitaciones de obra pública, diseñada por ellos, para medrar. El MTC o SEDAPAL son buenos ejemplos de esto.

    El esquema que propongo, que nuestro país adoptó a fines de los 90s pero no concretó, es muy simple. El Estado requiere comités de personas con experiencia y contactos, que no quieren trabajar para el Estado por los sueldos, los juicios y los ataques personales. Estos comités vinculan a la gestión con fondos, bancos de inversión, operadores, consultores, estudios de abogados y otros. El Estado contrata por concurso un consorcio liderado por un banco de inversión (un asesor financiero), que incluye un estudio de abogados líder y consultores especializados de talla mundial (o nacional). La gestión diseña el contrato con sus asesores y el comité, además de promover la inversión. Luego convoca a un concurso que, así, será realmente competitivo.

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